Conceição Trucom*

Todo alimento que ha sido cocido, congelado, de origen animal, refinado e industrializado (que contiene aditivos y conservantes, inevitables para la caducidad, tiempo de transporte y almacenaje), provoca acidificación de todos los líquidos corporales humanos. Son los alimentos clasificados como bioestáticos (mantienen la vida en sus más básicas necesidades) y biocidas (que van minando la vitalidad y la salud).

Sea el de una embarazada-feto, un recién nacido, un niño, un adolescente, un adulto o joven de la tercera edad. No importa su clase social, raza, color, nivel sociocultural o emplazamiento en el planeta.

Algunos de estos alimentos causan este fenómeno en mayor extensión, como es el caso del azúcar (blanco, cristal, mascabado o demerara y los cereales refinados; otros en menor extensión como es el caso de las pulpas de frutas (crudas) congeladas.

Y, si tales alimentos son consumidos de forma diaria y frecuente, tal acidez metabólica empieza a ser una constante, un grave problema, una mecha encendida para la llegada del envejecimiento precoz de las células (todas) y de las enfermedades.

¿Por qué? Bien, hay muchos por qué, pero presento ahora los 3 principales:

1) Nuestra sangre no puede ser ácida

Los líquidos corporales (sangre, linfa, líquido craneosacral y líquidos intracelulares) del ser humano han sido configurados (por la naturaleza, por Dios, en fin…) para ser ligeramente alcalinos. Se sabe hoy que en esta condición de pH (entre 7,36 y 7,42) está toda la base para la construcción y mantenimiento de la armonía metabólica. Esto significa que las células, órganos y sistemas consiguen como es deseo de todos (de ellos mismos, de la naturaleza, de Dios, en fin…) funcionar en complicidad, integrados en el mantenimiento de un status quo de plena energía vital, productiva y defensiva, sin estrés o irritaciones (inflamaciones).

En esta condición metabólica sobra energía para VIVIR (con calidad y sensaciones ampliadas) otros aspectos, dicho sea de paso, los esenciales de la existencia humana. Se sale de las dificultades de supervivencia (en el caso, metabólica, orgánica) y se parte, a plenos pulmones, páncreas, hígado, sistema inmunológico, etc., para jornadas a camino del equilibrio emocional, lucidez, capacidad de visualizar y planificar metas (sueños), superación de patrones y finalmente alcanzar (con sensación gratificante de superación y victoria) el binomio paz-felicidad. El gol de la existencia humana.

O sea, mientras el cuerpo físico no tenga posibilidades de llevar a cabo tales propósitos (caminos diarios), los demás niveles de la conciencia humana (emocional, psicológico, intelectual y espiritual) permanecen a la espera de navíos, que jamás llegarán o pasarán, pues mientras se esté en estrés metabólico frecuente (en algunos casos intenso y crónico): no existen posibilidades de alivio, desintoxicación y purificación de tantos venenos ácidos.

2) Nuestro sistema inmunológico es el comienzo de todo

Un organismo ácido es síntoma claro de un sistema inmunológico deprimido. Los oncólogos involucrados (comprometidos) en investigaciones punteras saben que es necesario interferir en la alimentación y rescatar lo más rápidamente posible la capacidad de defensa de sus pacientes, con la pronta alcalinización de todos sus líquidos corporales.

Todo alimento que acidifica es un fuerte depresor del sistema inmunológico. En otras palabras, reduce la capacidad del organismo de impedir la entrada y acción de invasores, agresores, mutantes, parásitos, etc.

Más del 90% de las dolencias ocurre porque ese sistema se encuentra cansado, estresado, deprimido e inaccesible, tal es la desarmonía y carga tóxica de aquel organismo.

Sin embargo, en un organismo que se encuentra en armonía metabólica (pH de los líquidos corporales ligeramente alcalino), diaria y frecuente, su sistema de defensa está despierto, pleno, activo, fuerte, consciente, responsable, maduro y VIVO.

A partir de ahí, se hace posible una VIDA más despierta, plena, activa, fuerte, consciente, responsable, madura y VIVA: sí a la vida.

3) Las células no pueden oxidarse = envejecer prematuramente, al contrario

Hoy se habla tanto de antioxidantes, y todos (en plena era de la información) sabemos y queremos optimizar el consumo de estos agentes anti-radicales libres.

Ocurre que el organismo humano debería naturalmente producir sus propios antioxidantes en la cantidad necesaria. No obstante, frente a:

una vida por demás acelerada, estresante y oxidante;

un organismo frecuente y diariamente ácido;

una alimentación POBRE en NUTRICIÓN, de agentes que no sólo no contienen naturalmente estos diversos tipos de antioxidantes, sino que además alcalinizan los líquidos corporales, favoreciendo su mayor capacidad de defensa contra esa agresión metabólica.

La demanda de antioxidante aumenta y no hay pro-vitamínicos que den cuenta.

Bien, para finalizar, dejo un espacio de reflexión y motivación para lecturas, implicación con charlas y temas que hablen sobre:

Alimentación cruda y viva;

Semillas y germinados;

Alimentación Desintoxicante – a través de los zumos, infusiones y meriendas desintoxicantes, siempre con alimentos vegetales, crudos y frescos;

Alimentos biogénicos (generan vida) y bio-activos (activan la vida);

El lado negro del azúcar.

Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.